domingo, 19 de enero de 2014

El comienzo de mi vida

Hola...
Seguramente pensarás que esto es un blog autobiográfico, por el título. O sobre cosas espirituales... o estilo new age, religioso o tal vez filosófico. En algunas cosas podría etiquetarse entre esas categorías, pero no es del todo así, más bien para nada. Ahora quiero preguntarte a tí, que estás sentado leyendo esto, intentando encontrar algo interesante; Si pudieses ponerle una etiqueta a toda tu vida, definirla con un solo adjetivo o una sola palabra... ¿Cuál sería? ¿Podrías? Si puedes es que no estás viviendo, es que ahora mismo estás muerto... Muerto en vida, viviendo por inercia, porque no hay otro remedio.

No, tranquilo, no te voy a dar ninguna lección, ni instrucciones de como vivir. Solo quiero hacerte pensar si nunca has pensado, y no en como resolver un problema de matemáticas o arreglar una relación amorosa. Ni tampoco en como mejorar tu economía, ni ayudar a un amigo. Digo pensar en la pregunta que siempre te has hecho en el fondo de tu alma. Desde que empezaste a tomar conciencia del mundo que te rodeaba y empezabas a darte cuenta de que todo era raro y desesperanzador, que muchas cosas no encajaban o eran demasiado terribles y crudas. Esa pregunta que tiene mil maneras de formularse.

¿Por qué me pasa todo esto? ¿Desapareceré al morir? ¿Para qué tanto esfuerzo si al final moriré? ¿Por qué estoy en este mundo? ¿Para qué he nacido? ¿Soy el único que se pregunta estas cosas?

Si.. ahora te acuerdas, puede que lo hubieses olvidado. Durante una época de tu vida te formulaste estas preguntas sin respuesta, o icluso puede que estés justo en esa época y hayas encontrado este blog y te estés sorprendiendo por lo que estoy diciendo.

Yo pasé por esa época... No me creía que todo pudiese ser tan crudo y tan horrible... tanto que me parecía hasta ilógico e irreal. ¿No te lo parece a ti? Ahora escucha, te contaré un cuento, el cuento que tienen la mayoría de las personas en su cabeza. Un cuento "realista" que te sabes de memoria, pero sin embargo nunca lo habías oído.

Había una vez un espacio negro y oscuro. De repente explotó y de la nada surgió el todo. Planetas, estrellas, galaxias... Cada uno de ellos era distinto y se exparcieron por aquel espacio de oscuridad, llenandolo de luz, variedad y movimiento. Entre los millones y millones de planetas, había uno especial; la Tierra.
¿POR QUÉ LA TIERRA?
Tenía agua y la temperatura perfecta para que surgiese la vida. En ese agua comenzaron a haber unos seres microscópicos y como por arte de mágia, uno de ellos nació con una membrana alrededor que le permitió hacer otro tipo de funciones. A partir de él, milagrosamente comezaron una serie de casualidades, a parte de la primera, que hicieron que el planeta de roca y agua se fuera conviertiendo en una cuna de vida. Todo tipo de seres comenzaron a surgir de ese primer ser, evolucionando y diferenciandose: Desde los micróbios a los mamíferos.
Al igual que la tierra era especial entre todos los demás planetas, y de la membrana que diferenció a uno de esos seres de los demás, de una de las especies se empezaron a diferenciar unos cuantos individuos. Y así del animal surgió el ser humano. Los humanos se diferenciaban de todos los animales.
¿EN QUE? En que eran los únicos en hacerse preguntas y en pensar que había algo superior a ellos. Y tu me dirás; y en muchas cosas más. A eso siento contestarte que no es cierto. ¿Qué llevó a los primeros humanos a contruir herramientas? Preguntarse, ¿Cortaré mejor la carne si afilo una roca? ¿Qué les llevó a utilizar el fuego una vez descubierto? Seguramente dijeron, esto quema... ¿Si me lo llevo en esta rama podré calentarme en invierno? Y cuando se apagó se preguntaron cómo se podría volver a encender. Las preguntas llevaron al ser humano a convertirse en lo que es ahora. Cosa que el resto de seres vivos parece no compartir.
¿POR QUÉ LOS HUMANOS?

Pasaron miles de años en los que los humanos seguían y seguían haciendose preguntas en este mundo de soledad, en este milagro viviente, cúmulo de casualidades increíbles.

Los humanos poseían desde que nacían la oscuridad y la luz. Lo que conocían y lo que no. Podían utilizar ambas para conseguir cosas increibles, tanto malas como buenas, todo dependía de para qué usaran esas cosas. Tenían la libertad dentro de la jaula de su cuerpo y su mente, tenían la elección aunque estubiesen ciegos porque las cosas que creían saber les nublaban la vista. Tenían algo indestructible en su interior, que aunque muriesen y su cuerpo fuera destrozado, podía seguir vivo aunque intangible... algo como sus ideas y su amor.
En ese mundo, lleno de luz y oscuridad, lleno de amor y miedo, sabiduría e ignorancia. En ese mundo vives tu.

Y ahí vivo yo también, pero no del todo. El cuento ha terminado. Tienes dos opciones o te vas y sigues viviendo el cuento o me sigues escuchando. Tengo que decirte que yo también busqué respuestas y las encontré. Yo también pensé que estaba loca, cuando de pronto me di cuenta de que el mundo era un manicomio gigante donde la gente se medica con mentiras para seguir dentro, porque no encuentran la salida. Imitan al resto para que no los maten o rechacen otros locos y así intentar no morir y no, vivir. Me encontré con el miedo y aun sigo luchando aunque llevo ya las de ganar y empecé mirar al exterior del manicomio, asomandome por las ventanas. Todo parecía extraño al principio, cuando empecé a ver la realidad real y no desde mi juicio o experiencia, me empezaron a dejar mensajes.

Si has leido todo esto tendrás ya algo con lo que etiquetarme a mi.... Solo soy una niña. Alguien como tu. He tenido una vida, muy especial y extraña. Quiero contarte todo lo que me ha pasado, tal vez, mi experiencia te ayude, toque tu alma que está encerrada con los barrotes de tu mente y la haga más fuerte, para que consiga romperlos.

Por favor, cuando leas las siguientes entradas, no juzgues, solo sientelo, piensalo, preguntate. Como cuando eras un niño y te contaban un cuento. Ahí no te costaba imaginar que tal vez el protagonista existiera en aquel castillo perdido por el mundo, o el lobo siguiese en algún tenebroso bosque. Nadie podrá entrar a ver tus pensamientos y juzgarte por lo que pienses de lo que estás leyendo, así que eres libre... Libre de pensar.